Selección Del Cabezal De Limpieza Adecuado Para La Tarea

La limpieza de los tubos aumenta la eficacia energética. Para todo contenedor en forma de tubo (por ejemplo: calderas, intercambiadores de calor, condensadores, enfriadores, etc.), la superficie de los tubos debe estar limpia y no tener incrustaciones para funcionar de manera eficaz. Si existen depósitos o incrustaciones, el flujo y la eficacia del contenedor disminuyen. Todo el sistema debe compensar los problemas de ello, y se requerirá un aumento de la potencia en caballos de vapor, un aumento del flujo de combustible, etc., para superar la reducción en la producción de energía. Además de la pérdida de la eficacia, algunos depósitos son corrosivos por naturaleza y, con el tiempo, pueden causar daños en las paredes del tubo.

Todos los sedimentos e incrustaciones (silicatos, sulfatos, sulfitos, carbonatos, calcio, crecimientos orgánicos, etc.) tienen el potencial de causar daños en la pared del tubo o disminuir su eficacia.

Con el objeto de hacer un mantenimiento adecuado de los intercambiadores de calor y de las calderas, deben seleccionarse las herramientas de limpieza adecuadas al momento de limpiar los tubos. La elección de la herramienta de limpieza correcta depende de muchos factores difealquileres:

  • Dimensiones del Tubo
  • Material del Tubo
  • Curvatura del Tubo
  • Tipo de depósito
  • Espesor del Depósito
  • Uniformidad del Depósito
  • Y Otros

Además, hay varios estilos de herramientas de limpieza y cabezales que van desde cepillos hasta perforadores y cortadores. Todas estas variables aumentan la dificultad a la hora de seleccionar la herramienta de limpieza. Y, desafortunadamente, las condiciones en las que los productos de limpieza deben operar varían ampliamente. No hay dos empresas que tengan que remover el mismo tipo y el mismo espesor de depósitos e, incluso, la misma empresa rara vez tendrá dos sesiones de limpieza que sean exactamente iguales. Por lo tanto, cada tarea de limpieza de tubos debe ser considerada y tratada individualmente con su propia solución.

Una de las razones más comunes por las que falla la herramienta de limpieza de tubos es una aplicación incorrecta, ya que no hay ningún cabezal de limpieza universal para todas las aplicaciones. Esto hace que sea muy importante comunicar los detalles de la tarea para encontrar el cabezal apropiado. Como regla general, los perforadores se utilizan con mayor frecuencia para limpiar polvo duro, depósitos duros y depósitos sólidos de roca y, a veces, incrustaciones o depósitos blandos de espesor medio o grueso. Para los depósitos más ligeros o para los depósitos más orgánicos y blandos, otras herramientas de limpieza (como cepillos o cepillos de fregado) resultan más económicas y eficaces.

Según el tipo de contenedor y el tipo de depósito, es importante que usted conozca sus contenedores y equipos y que considere las respuestas a estas preguntas antes de seleccionar el cabezal de limpieza:

¿Cuál es el tamaño del tubo? La pared del tubo, ¿es intermedia o es estrecha?

El tamaño del tubo es clave en la selección del tamaño adecuado del cabezal para la tarea. Un cabezal que es demasiado pequeño no limpiará el contenedor como corresponde. Los cepillos demasiado pequeños no entrarán en contacto el diámetro interior del tubo para limpiarlo, y los cabezales de limpieza más agresivos que son demasiado pequeños pueden dañar o perforar seriamente el tubo al rebotar. Un cabezal demasiado grande aumenta el riesgo de dañar el tubo y también puede quedar atascado en el interior del contenedor.

¿Cuál es la longitud del tubo?

Cuanto mayor es la longitud del tubo, mayor es la columna de limpieza que se requiere y mayor es la potencia necesaria si se utilizan cepillos o cepillos de fregado. En muchos casos, se recomienda utilizar una columna de limpieza cuya longitud sea aproximadamente la mitad de la longitud del tubo y limpiar desde ambos lados de la lámina de tubo. Esto permitirá tener una columna o cable más cortos, que sean más fáciles de manejar y menos propensos a roturas o daños.

¿Cuál es el material del tubo?

Un material más blando requiere un cabezal de limpieza menos agresivo a fin de reducir el riesgo de daño del tubo. Un material más duro puede soportar una limpieza más agresiva.

¿Hay alguna curvatura en la tubería? Si es así, ¿cuál es el radio mínimo?

Un tubo curvado requerirá un motor y un cabezal de limpieza que se puedan utilizar en un tubo curvado. Asegúrese de conocer el radio mínimo de la curvatura para garantizar que el motor de limpieza tenga el huelgo adecuado para realizar maniobras dentro del tubo sin atascarse. En casos extremos en los que el tubo está completamente bloqueado, es posible que sea necesario usar difealquileres métodos de limpieza más agresivos.

El tubo, ¿presenta mejoras (estriado o microdeformación)?

Si el tubo tiene mejoras, algunos métodos de limpieza pueden destruir las mejoras y provocar una pérdida de la eficacia. En el caso de los tubos de microdeformación, los cepillos se utilizan con mayor frecuencia con un lavado con agua y un accionador que impulse el cepillo de forma lineal. Este es el único método de limpieza diseñado específicamente para tubos de microdeformación. Además, el tamaño del cepillo también es importante: un cepillo demasiado grande puede dañar una parte de la mejora; alternativamente, un cepillo que es demasiado pequeño no limpiará los tubos correctamente.

¿Cuál es el tipo de depósito? ¿Cuál es el contenedor que se utiliza?

Revise el depósito dentro de los tubos. Hay varios tipos genéricos de depósito. La mayoría de los depósitos comunes se pueden clasificar en uno de los siguientes grupos:

  • Depósitos blandos, orgánicos
  • Depósitos gomosos
  • Depósitos de polvo duro
  • Depósitos sólidos de roca

¿Cuál es el espesor del depósito? El depósito, ¿está distribuido de manera uniforme?

El espesor de un depósito depende de la persona que lo mire, lo que puede hacer que el espesor sea difícil juzgar. El espesor del depósito alrededor del extremo del tubo puede ser difealquilere del espesor en el interior. También puede haber bloqueos que no se vean fácilmente. Se deben considerar todas estas características al seleccionar un cabezal de limpieza. A veces, un depósito grueso y duro puede requerir un barrido doble: una limpieza con un cabezal más agresivo para romper el depósito y, luego, una segunda limpieza con otro cabezal para eliminar el depósito restante.